Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

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Revisado medicamente por Dr Marta Bernaola Abraira
Ultima actualizacion: October 2, 2024

El diagnóstico precoz es básico para tratar el TDAH


El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) constituye uno de los motivos mas frecuente de consulta en la práctica clínica en neuropediatría. Las cifras de prevalencia han sido muy discutidas: considerada como una patología sobrediagnosticada en el pasado, en el momento actual se acepta que el trastorno afecta al 3 y el 7 por ciento de la población infantil.

Dra. María Teresa Ferrando Lucas
Pediatra Neurólogo del Servicio de Pediatría.
Hospital Universitario Quirón Madrid


El diagnóstico es clínico, ya que no existen marcadores biológicos que puedan asegurarlo o descartarlo. Es decir, no hay exámenes complementarios cuyo resultado sea sugerente de que exista o no el trastorno. Por ello, la creencia de que un electroencefalograma, un estudio genético o una prueba de imagen cerebral va a ser imprescindible para poder asegurar o excluir el TDAH es un error. Los exámenes complementarios sirven para descartar patologías neurológicas, puesto que existen diferentes dolencias neuropediátricas en las que el déficit de atención con hiperactividad es un síntoma más que acompaña a la enfermedad neurológica de base. Pero nunca, para hacer el diagnóstico de TDAH.

En el diagnóstico y seguimiento del trastorno de déficit de atención e hiperactividad es imprescindible que exista un grupo multidisciplinario que esté en contacto y bien coordinado. La escuela es un puntal fundamental y con frecuencia es quien da la voz de alarma ante la situación de un niño que no puede seguir el ritmo del aula ante su dispersión y su continua actividad.

Junto al entorno escolar, psicólogos y psicopedagogos tienen un papel fundamental en el diagnóstico y posterior intervención. Y el papel del pediatra y neuropediatra comprende el campo del diagnóstico diferencial, es decir la valoración de si la clínica que presenta el niño sugiere alguna patología neurológica de base, o bien la situación es de un TDAH como trastorno específico, es decir sin patología neurológica añadida. Además del diagnóstico diferencial, el papel del médico será el de establecer apoyo farmacológico si fuese necesario, y el control de la medicación y de la evolución.

Para que este control de evolución sea lo mas eficaz posible para el niño, es importante que todos los profesionales que estén interviniendo puedan tener una comunicación periódica de los avances, situaciones estacionarias o retrocesos, bien mediante comunicación personal, bien mediante intercambio de informes.

Es imprescindible el papel de la familia apoyando al niño, quien con frecuencia presenta una situación de autoestima baja por su situación de frecuente fracaso en el aula, ayudándole a corregir conductas, corrigiendo si fuese necesario algunos de los hábitos del entorno familiar, y reforzando aquellos aspectos en los que el niño es habilidoso.

Estos niños, cuyo nivel intelectual habitualmente es normal, viven con mucha angustia una situación que no entienden si no se les explica adecuadamente, puesto que con frecuencia son castigados, reprendidos, no consiguen éxito en su esfuerzo escolar, y viven como una situación de gran dificultad cualquier actividad que necesite tiempos de atención y de trabajo prolongados.

Signos de TDAH

La sospecha de este trastorno queda establecida por signos de conducta y comportamiento, ante niños que son excesivamente inquietos, que desconocen el peligro, son muy impulsivos, se frustran con facilidad ante cualquier contrariedad, cambian continuamente su centro de atención, les cuesta relacionarse con otros niños debido a estos aspectos de impulsividad y tendencia a imponer sus deseos.

Alteran el orden del aula por su constante actividad motora y dificultad para seguir las consignas del profesor. Con frecuencia pueden tener un mal ritmo de sueño que ya presentaron en su época de lactante, y trastornos en la adquisición del lenguaje oral suele constituir también un antecedente presente con frecuencia, del mismo modo que existen con frecuencia antecedentes familiares del trastorno.

Tipos de TDAH: combinado, el más frecuente

Clínicamente el TDAH puede presentar varias formas clínicas: el más frecuente es el trastorno tipo combinado, en el que se dan ambos componente, hiperactividad y déficit atencion. Más raro, pero posible, es que exista una la clínica predominante sea la hiperactividad (predominantemente hiperactivo-impulsivo).

También poco frecuente, pero probablemente mal diagnosticado, es el tipo en el que predomina el déficit de atención (predominantemente inatento). La inatención correlaciona con problemas escolares y la hiperactividad-impulsividad con trastornos de conducta. En el tipo combinado es el que da más problemas.

El diagnóstico se establece mediante un estudio neuropsicológico que debe incluir los llamados criterios del DSM- IV y los criterios de los cuestionarios de Conners. En este sentido, es la Escala de Déficit de Atención e Hiperactividad de Farré y Narbona constituye un utensilio de gran valor de despistaje en la práctica clínica. Este cuestionario se pasa a padres y a profesores, y su puntuación ofrece puntos de corte que permiten definir que subtipo clínico del trastorno presenta el niño y si además existe trastorno del comportamiento.


 

Escala de déficit de atención

(Farré y Narbona)

1. Tiene excesiva inquietud motora 11. A menudo grita en situaciones inadecuadas
2. Tiene dificultades de aprendizaje escolar 12. Es contestón
3. Molesta frecuentemente a otros niños 13. Se mueve constantemente, intranquilo
4. Se distrae fácilmente, muestra escasa atención 14. Discute y pelea por cualquier cosa
5. Exige inmediata satisfacción a sus demandas 15. Tiene explosiones impredecibles de mal genio
6. Tiene dificultad para las actividades cooperativas 16. Le falta sentido de la regla, del juego limpio
7. Esta en las nubes, ensimismado 17. Es impulsivo
8. Deja por terminar las tareas que empieza 18. Se lleva mal con la mayoría de sus compañeros
9. Es mal aceptado por el grupo 19. Sus esfuerzos se frustran fácilmente, es inconstante
10. Niega sus errores o echa la culpa a otros 20. Acepta mal las indicaciones del profesor

Posibilidades de respuesta: NADA. POCO. BASTANTE. MUCHO.


Y dentro del proceso diagnóstico es muy importante poseer la valoración de la capacidad intelectiva del niño; valoración de funciones ejecutivas; valoración de factores de memoria, y valoración de lenguaje oral, escrito, matemáticas y visoperceptivos. Es decir en definitiva un examen neuropsicológico amplio que nos de datos sobre la situación de todas estas funciones y que nos ayude a entender si estamos ante un TDAH como trastorno primordial siendo los otros déficits factores comórbidos, o por el contrario el déficit primario es de otro orden (intelectivo, trastorno específico del aprendizaje, trastorno especifico del lenguaje escrito, etc,..) y el TDAH es un fenómeno acompañante.

El tratamiento más común para el TDAH

El tratamiento farmacológico debe contemplarse como un apoyo a la intervención psicopedagógica. El fármaco mas utilizado en la actualidad es el metilfenidato, en sus formas tanto de acción corta como de acción prolongada. Una vez establecida la necesidad de medicación, habrá que buscar la dosis efectiva para cada niño. Es conveniente una toma de tensión arterial previa a la instauración del tratamiento y posteriormente un control trimestral de la misma, del mismo modo es conveniente establecer una vez al año control de talla; aunque es muy raro, debido a la posibilidad de interferencia del fármaco con la talla final es conveniente hacer una pausa anual suprimiendo la medicación durante el periodo de vacaciones estivales.