Actividades extraescolares para niños entre cuatro y diez años

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Revisado medicamente por Dr Marta Bernaola Abraira
Ultima actualizacion: October 2, 2024

Música, deportes o idiomas para motivar a los pequeños


Entre los cuatro y los diez años de vida del niño nos encontramos con la etapa de gran armonización en el desarrollo global de cerebro, debido al desarrollo neuronal.

Existen grandes cantidades de interacciones córtico-corticales y subcortico-corticales, tanto de las áreas anteriores (lóbulos frontales) como de las áreas asociativas temporo-parieto-occipitales.

La integración de estas áreas va a permitir un gran desarrollo de conocimientos y destrezas escolares.

Tomás Ortiz Alonso. Catedrático
Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica.
Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid


Esta podrá ser la etapa más importante de la educación del pequeño por su incidencia en los procesos de destrezas académicas. Es la época en la que mayor impacto tienen todos los procesos, aprendizajes y adaptaciones escolares. Es una etapa en la que la educación perfilará el futuro de los niños

Motivar a los niños con las extraescolares


Por lo tanto, la labor de los padres en este tiempo no implica aumentar en casa los deberes escolares sino en dar al niño otras actividades que complemente las motivaciones, las emociones y valores, sociales, culturales y morales.

Los progenitores deben conocer que en esta etapa de la vida el niño tiene una gran capacidad para el desarrollo de destrezas y aprendizaje: la estimulación ambiental, la repetición y la selección de conocimientos serán básicos para el futuro desarrollo cognitivo de los niños. Así, los padres deben orientar a sus hijos en esta etapa hacia la elección de actividades concretas en las que deseen que adquieran buenas habilidades, juegos, manejo de instrumentos musicales, deportes, idiomas..

¿Cómo hacerlo?
Los padres deberían introducir a sus hijos en las diferentes variedades que tenemos en nuestra cultura o en otras culturas de forma precisa, novedosa, ordenada, sistemática y sobre todo organizada en el tiempo para que el cerebro esté en condiciones de generar redes neuronales estables capaces de aprender, mantener y utilizar dicha información en su vida diaria y en sus relaciones sociales.

Idiomas: aprender oralmente varios a la vez

Esta etapa de la vida es la más importante en la adquisición de destrezas lingüísticas de tal forma que un niño o niña de estas edades puede tener ya un lenguaje tan complejo gramatical y sintácticamente como el de un adulto. A esta edad también se adquieren las destrezas del lenguaje escrito y lector.

A la vista de estos datos los padres deberían favorecer en la familiar encuentros en los que el lenguaje sea el elemento más importante. Me refiero a favorecer diálogos con sus hijos sobre diferentes temas de nuestra cultura o el de otras culturas, en los que se maneje el lenguaje de forma correcta. Digo esto porque en la última parte de esta etapa (niños hacia los 10 años) existe una tendencia a utilizar un lenguaje académicamente poco correcto en las relaciones con sus iguales.

Niños bilingües antes de los siete años

En esta etapa el cerebro tiene una especial habilidad para el manejo de los idiomas el aprendizaje y adquisición de lenguas se da con mayor incidencia en la primera infancia y la mejor forma de adquirirlas es de forma oral.

La lengua adquirida únicamente de forma oral está representada en ambos hemisferios cerebrales, mientras que la lengua aprendida de forma oral y escrita se lateraliza en el hemisferio izquierdo.

Los padres deben saber que entre los tres y los siete años, el aprendizaje de lenguas favorece dicho proceso bihemisférico. De hecho, se sabe que los pequeños bilingües que adquieren su segunda lengua antes de los siete años, muestran una mayor participación de ambos hemisferios, mientras que para aquéllos que la adquieren posteriormente, el hemisferio dominante para las dos lenguas es el izquierdo

Para conseguir este objetivo tenemos que exponer auditivamente una palabra y que el niño la repita verbalmente; la audición y repetición en tiempos cortos crea un proceso asociativo imprescindible y es un ejercicio sin igual para aprender varios idiomas a la vez.

Por otro lado, la distancia en el tiempo entre lo que se expone y lo que se tiene que aprender es inversamente proporcional a propio aprendizaje; es decir, a mayor tiempo de distanciamiento entre la exposición del estímulo y aprendizaje, peor proceso de aprendizaje. De acuerdo con este enfoque conductual de aprendizaje, el ideal es que todos los niños y niñas tuviesen diariamente estímulos en varios idiomas.

Deportes: desarrollar las destrezas motoras

En esta etapa se dan las mejores cualidades para desarrollar destrezas motoras por lo que los padres deberían estimular actividades en las que intervengan procesos psicomotores de integración de los diferentes músculos de nuestro cuerpo. Los deportes al aire libre son buenas actividades extraescolares para el desarrollo integral del niño de esta etapa.

Es la etapa donde la motivación por deportes de identificación social masiva (fútbol, baloncesto, tenis…) son de gran atractivo para estos niños y niñas.

Además, la familia debería estimular durante esta etapa del desarrollo de sus hijos a los cuatro, cinco y seis años de edad.

Actividades extraescolares entre los siete y diez años

• Juegos colectivos como fútbol, baloncesto o balonmano.

• Juegos de precisión como el tenis.

• Visitar museos y adquirir otros conocimientos culturales.

• Actividades de ocio colectivas como excursiones.

• Seguir aprendiendo idiomas.

• Aprendizaje de aficiones.

• Excursiones grupales de carácter cultural.

• Desarrollo de nuevas habilidades musicales, instrumentales y deportivas.