El desarrollo cerebral en los tres primeros años del niño

Dosificar la estimulación neuronal para que sea efectiva

Los tres primeros años de vida serán clave en la estimulación y definición de los ciclos de máximo desarrollo cerebral (periodos críticos). En estos momentos, la familia va a ser el principal puntal de estimulación del niño. En este primer período se dan los grandes desarrollos de conexiones sinápticas (enlaces neuronales) entre áreas corticales cercanas.

Eso permite una gran capacidad de absorción de información de forma indiscriminada. Y por este motivo no se aconseja una hiperestimulación en dicho período, como se ha venido diciendo en los últimos años. Es más aconsejable una estimulación ordenada de la información , con contenidos novedosos y con tiempos de descanso para asimilación de la misma.

Este es un período en el que se dan una gran maduración de diferentes partes del cerebro:

– Estructuras subcorticales. Funciones de control y automatización de movimientos.
– Estructuras límbicas. Funciones emocionales.
– Estructuras vestibulares. Funciones relacionadas con el equilibrio.
– Vías somatosensoriales. Entrada de la información visual, auditiva y táctil.
– Áreas cerebelosas. Funciones de coordinación, secuenciación, precisión, equilibrio y adaptación de los movimientos al medio.
– Áreas primarias corticales. Comprenden las áreas de la corteza cerebral donde llegan los estímulos somatosensoriales.

Todo esto permite una gran posibilidad de comunicación e interacción con el medio ambiente. También potencia una especie de impulso natural constante de hacer cosas, lo que va a permitir al niño una motivación suficiente para interaccionar constantemente con el ambiente. Además, genera una gran capacidad de percepción y observación, y una gran comunicación no verbal y emocional propias de estos primeros años de vida.

Estimulación infantil de 1 a 3 años

Durante el primer año de vida

El niño va a ser capaz de captar el medio ambiente, discriminar estímulos prelingüísticos y manejar muy bien la comunicación no verbal y emocional con sonrisas, demostraciones de afecto, miradas de asombro, múltiples respuestas faciales…
Estimulación infantil: de 1 a 3 años

En el segundo año de vida

Con el desarrollo progresivo de las áreas corticales secundarias (se encargan de elaborar estímulos e integrarlos en una red neuronal) y de asociación, el niño comenzará un progresivo aumento de su capacidad de aprendizaje. Las conductas que requiere son cada vez más complejas; comenzará el desarrollo del lenguaje verbal, lo que contribuirá a una mayor y mejor comunicación social.

En el tercer año de vida

Por último, en el tercer año existe ya un mayor desarrollo cortical, lo que ayuda al proceso de maduración neuronal. Las neuronas de los niños de tres años son capaces de dar respuesta a una conducta o comportamiento complejo.