Las emociones positivas mejoran el aprendizaje

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Revisado medicamente por Dr Marta Bernaola Abraira
Ultima actualizacion: October 2, 2024

Hay que enfrentar a los niños a problemas para su desarrollo cerebral

A medida que el niño avanza en la ejecución de funciones complejas, la resolución de problemas acarrea relaciones cerebrales más complejas.
Se precisa de una mayor integración, organización y armonía de todo nuestro organismo, de tal forma que nuestro estado corporal, nuestras emociones e incluso nuestros sentimientos son los que van a guiar nuestro razonamiento y nuestra toma de decisiones.

En este sentido, la educación por parte de padres y profesores que repose sobre un buen equilibrio entre emociones, sentimientos y razonamiento será clave para un mejor aprendizaje; por lo tanto, conseguir una buena educación en sentimientos y emociones resulta fundamental. Las emociones van a favorecer los procesos de atención, recuerdo, significado y, en última instancia, la toma de decisiones.

Ello explica que la acción sea mucho más rápida que en situaciones complejas gestionadas mediante pura lógica. Sabemos que si un niño se encuentra en un ambiente física, intelectual, cultural y emocionalmente adecuado, la motivación será más efectiva y la capacidad de elaboración y resolución de problemas será mucha más rápida, eficiente y precisa.

Qué se necesita para poder razonar

La capacidad para el razonamiento y resolución de problemas se compone de las siguientes capacidades:

• Atención (focal, sostenida, selectiva), formación de conceptos abstractos, formulación de estrategias: generación de estrategias simples y capacidad de anticipación.

• Flexibilidad y evaluación de la respuesta, más recientemente todos estos procesos se han dado en llamar “funciones ejecutivas”, las funciones ejecutivas se relacionan con la habilidad para solucionar problemas. Las funciones ejecutivas están compuestas por varios elementos o actividades, tales como anticipación, selección de una meta, planificación, iniciación y ejecución de la actividad, reconocimiento y regulación de la propia ejecución y uso de “feed-back”. Sin embargo, esta forma atómica de entender un proceso tan complejo viene acompañada de variables intermedias que dificultan comprender dicho proceso en profundidad.

El entrenamiento en la solución de problemas y en la maduración del córtex prefrontal se podría llevar a cabo, tanto en la escuela como en la propia casa. ¿Cómo? Mediante la exposición del niño a muchas situaciones sociales en las cuales tenga que dar una respuesta adecuada a cada situación; mediante la estimulación de problemas verbales, espaciales, sociales o en los que tenga que llevar a cabo una elaboración de un proceso mental antes de dar la respuesta

Maduración cerebral del niño

Es muy importante en la maduración del córtex prefrontal tener en cuenta los conocimientos sobre la comprensión y ejecución verbales de palabras y frases complejas así como de contenidos lingüísticos en los que los procesos gramaticales y sintácticos sean diferentes a los aprendidos en el colegio.

Se trata de evitar contenidos aprendidos de memoria, sin el conocimiento intermedio de los procesos de análisis, asociación, interpretación y organización del lenguaje, propios de la maduración del córtex prefrontal. En este sentido, la estimulación de todos los procesos implicados en la comprensión y ejecución del lenguaje serán de suma importancia en la maduración de esta área prefrontal.


 

Cómo motivar al niño

La maduración del córtex prefrontal puede verse facilitada también si se consigue que el niño sea capaz de preguntar mucho y se procura que dé soluciones a diferentes problemas de la vida diaria. Los padres tienen que motivar a los niños a realizar diferentes procesos en la solución de problemas de la vida diaria, académica, familiar o social. No podemos olvidar que lo que más desarrolla un cerebro es la elaboración de nuevos procesos para la solución de problemas, más que de rutinas diarias en la solución de los mismos.


Niños frente a problemas difíciles

Hay que fomentar los problemas de gran complejidad para que los procesos de análisis y toma de decisión sean cada vez más complicados con el fin de favorecer un mayor desarrollo neuronal. Si conseguimos que los niños lleven a cabo muchos procesos distintos para solucionar problemas, conseguiremos un mayor desarrollo neuronal y mayor número de conexiones sinápticas en las llamadas áreas prefrontales.


Atención y memoria de trabajo

Actividades que deberían potenciarse son las que exigen al niño centrar su atención y aumentar su capacidad de memoria de trabajo -esa memoria que necesitamos mientras realizamos un proceso cognitivo- y, sobre todo, aquellas que requieren una gran flexibilidad mental, es decir la capacidad para poder cambiar de un proceso cognitivo a otro sin merma de ninguno de los dos y en el menor tiempo posible.


Aspectos clave para el desarrollo cerebral de los niños

• Fomentar más la resolución de problemas vinculados con el hemisferio derecho (más intuitivo, novedoso, menos normativo) que los relacionados con el izquierdo (más racional, secuencial y repetitivo).

• Fomentar la cognición preceptiva más que la descriptiva. Es decir, desarrollar destrezas de comparación, agrupación, contraste, reflexión semántica de cómo se ha producido el proceso más que de la elaboración descriptiva de los detalles del mismo, saber utilizar el conocimiento como guía o mejora de las conductas propias individuales, como sociales o profesionales, más que utilizarlo como acumulación de datos.


 

Tomás Ortiz Alonso. Catedrático-Director del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica.
Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid