Preguntas y respuestas sobre la alergia al huevo
Escrito por Laura Valdesoiro, MD, PhD
Revisado medicamente por Paloma Jaqueti Moreno, MD
Ultima actualizacion: October 3, 2024
En el 60% de los casos la alergia al huevo remite cuando el niño cumple 4 años
Alergia al huevo

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- Síntomas
- Tratamiento
- Preguntas frecuentes
¿Qué es la alergia al huevo?
La alergia al huevo es una reacción adversa a la toma de huevo. Se presenta cuando el organismo produce un anticuerpo, la IgE (inmunoglobulina E), dirigida contra una sustancia que actúa como alérgeno, en este caso el huevo.
¿A qué edad suele aparecer la alergia al huevo? ¿Puede padecerla cualquier niño?
La alergia al huevo representa el 30% de los casos de alergias alimentarias en los niños pequeños. Por lo general, la alergia al huevo aparece cuando el bebé cumple 1 año de edad. En el 60% de los casos, la alergia desaparece de forma espontánea cuando el niño cumple los 4 años, siempre y cuando el consumo de huevo haya sido restringido totalmente. La mayoría de los niños que padecen esta alergia son alérgicos a las proteínas de la clara, pero algunos tampoco toleran las proteínas de la yema.
¿Cuáles son sus principales síntomas?
– En la piel: hinchazón, urticaria, picazón, aparición de manchas en los párpados, pómulos y labios.
– Respiratorios: dificultad para respirar, crisis similares al asma, la rinitis y afectación de laringe.
– Estomacales: dolor en el estómago, diarrea y vómitos, lo que lleva a migrañas e imposibilidad para dormir.
¿Cuáles son los primeros signos de alergia que advierten los padres?
El síntoma clínico más frecuente es el denominado síndrome de alergia oral (SAO), que consiste en la aparición de un eritema o enrojecimiento peribucal, acompañado de picor en la cavidad oral y la faringe, así como una leve inflamación de los labios o lengua.
Como manifestación cutánea, puede aparecer urticaria (erupción cutánea caracterizada por habones o “ronchones”) generalizada por todo el cuerpo o bien localizada en algunas zonas como tórax, miembros superiores… En otras ocasiones, la alergia al huevo se manifiesta como urticaria de contacto, caracterizada por la aparición de un habón o exclusivamente un eritema o enrojecimiento en las zonas de contacto.
Al hablar de alergia alimentaria en niños no hay que olvidar el rechazo como posible señal de alarma, ya que los más pequeños no son capaces de explicarnos lo que sienten. Por este motivo, debemos poner especial atención en el rechazo a alimentos que, después de un determinado tiempo de adaptación, ya deberían estar tomando normalmente.
¿Cómo se diagnostica? ¿Suele aparecer acompañada de otras alergias?
Es importante hacer el diagnóstico diferencial del cuadro clínico de la alergia al huevo con otros que son similares, pero que se producen por otros mecanismos fisiológicos y que tienen un origen diferente. En éstos últimos, las pruebas cutáneas son negativas y no se detectan anticuerpos IgE específicos de la alergia al huevo. Las reacciones de alergia IgE específicas ocurren con la primera ingestión de huevo, lo que sugiere que una sensibilización previa pudo producirse por diversas vías.
Por ejemplo, la sensibilización puede producirse a través de la leche materna: se ha comprobado que en la leche materna puede haber proteínas de huevo, como la ovoalbúmina, con capacidad de producir sensibilización al huevo. Este mecanismo puede explicar porqué algunos niños padecen sensibilización al huevo sin haber ingerido nunca un alimento que los contenía. Otra vía de sensibilización puede ser respiratoria. Se ha demostrado en el polvo ambiental, restos de alimentos que pueden contener partículas de huevo, que al inhalarlas, pueden provocar sensibilización en el organismo y producir una reacción de alergia al huevo en la primera ingesta de alimentos que lo contengan.
¿Cuál es su tratamiento?
El único tratamiento eficaz es evitar la ingesta de huevo de todo tipo de aves o de alimentos que lo contengan mediante un régimen estricto. La posibilidad de tomar alguna parte del huevo, por ejemplo, la yema, dependerá del tipo de alergia al huevo del niño y de su historia clínica. Como el huevo no es un alimento imprescindible de una dieta saludable, se puede excluir de la misma sin problemas.
En realidad, el problema lo constituye el hecho que muchos alimentos habituales está presente el huevo como, por ejemplo en los productos de pastelería, pan rallado, pastas, fiambres, embutidos caramelos, quesos, sopas, salsas y algunas margarinas. Además, hay que prever que el huevo puede encontrarse como alérgeno oculto. en utensilios de cocina (el aceite en el que se ha cocinado previamente huevo, por ejemplo). También algunos preparados farmacológicos, como vitaminas, gotas nasales o ciertos anestésicos, pueden contener lisozima u otros derivados del huevo.
Ciertas vacunas, como las de la gripe, triple viral o fiebre amarilla, al estar cultivadas en embrión de pollo, pueden contener pequeñas cantidades de proteínas de huevo, aunque las reacciones no son tan intensas. Es importante que los niños sean especialmente bien informados cuando les corresponda comer fuera de su casa, como también que las autoridades de los comedores escolares, o los padres de sus amigos sepan el tipo de la alergia que sufre el pequeño.
¿Cuál es el seguimiento médico que se realiza?
Los niños con alergia al huevo deben tener un control médico periódico y una dieta estricta sin alimentos que contengan huevo. En el 25% de los casos, dejan de ser sensibles a los 2 años y más del 50%, después de los 4 años de edad. Para conocer la evolución hay que repetir la evaluación clínica (pruebas cutáneas, determinación de IgE y prueba de alimentación).
Categoría: Alergia en niños