Qué es la intolerancia al gluten y enfermedad celiaca

Síntomas que descubren al celíaco

Intolerancia al glutenLa intolerancia al gluten puede producirse por causas no inmunológicas e inmunológicas. La enfermedad celíaca -así como la alergia al gluten- está incluida dentro de la intolerancia a esta sustancia, que se considera un trastorno sistémico que no solo afecta al intestino.

Está mediado por el sistema inmunológico y desencadenado por el gluten de trigo y proteínas similares (o prolaminas, de cebada, centeno y avena) en individuos genéticamente predispuestos.

La Doctora Ribes Koknicks, del Hospital de la Fe de Valencia, Jefa del Servicio de Gastroentereología Pediátrica advierte que “ocasionalmente pueden detectarse formas menores de intolerancia en niños pequeños, que son transitorias y que ceden en pocos meses, generalmente se produce en relación con procesos infecciosos intestinales o con otras intolerancias a alimentos”.

Los especialistas calculan que el 1 por ciento de la población sufre la enfermedad celíaca, siendo más frecuente en las mujeres. Esta intolerancia se caracteriza por una reacción inmune con inflamación en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.

El 20 por ciento de estas situaciones se detectan cuando los pacientes ya han cumplido más de 60 años. Aunque la celiaquía es cinco veces más frecuente en la infancia según un estudio del hospital Sant Joan de Deu.

La enfermedad celiaca es inmunológica, al igual que la alergia al gluten, pero en este caso no interviene la IgE, un determinado tipo de inmunoglobulina encargada de la defensa del organismo, sino que actúan otros mecanismos celulares por lo que a la enfermedad celiaca se le denomina “No IgE-mediada”. La malignización es la complicación potencial más grave y viene determinada por la presencia mantenida de gluten en la dieta, incluso en pequeñas cantidades.

Como otras enfermedades mediadas por el sistema inmunológico, la enfermedad celíaca tiene un componente genético, heredándose la predisposición a padecer la enfermedad. Un 10 por ciento de los pacientes tiene antecedentes familiares de primer grado. La susceptibilidad genética está asociada especialmente a la presencia de unos alelos (variantes) de los genes del Sistema Mayor de Histocompatibilidad (HLA) que codifican para unas moléculas denominadas DQ2 y DQ8.

En la población general, sólo una pequeña parte de las personas que portan estas variantes desarrollarán la enfermedad, aunque el 95 por ciento de los pacientes muestran alguna de estas variantes.

Además no se desencadena en una etapa vital concreta, puede aparecer en cualquier momento de la vida, desde la primera infancia hasta la tercera edad y es permanente, no tiene cura por lo que el paciente tendrá que seguir una dieta toda su vida. La Federación de Asociaciones de Celíacos de España señala que “últimamente, se habla también de sensibilidad al gluten para aquellos pacientes que no tienen los rasgos característicos de la enfermedad celíaca, pero responden clínicamente a la retirada del gluten de la dieta. En último término la intolerancia al gluten incluye casi todos los demás conceptos.”

Síntomas de la enfermedad celicaca

Los síntomas de la celiaquía aparecen de forma más lenta y menos brusca que en la alergia al gluten, provocando problemas más lentos y heterogéneos que suelen producir lesiones que afectan fundamentalmente al aparato digestivo.

La sintomatología abarca desde diarreas crónicas hasta falta de apetito o cambios de carácter. La enfermedad puede acarrear retraso del crecimiento en los niños y pérdida de peso. Muchos pacientes presentan un abdomen prominente y las nalgas aplanadas. Otros síntomas de la enfermedad son las deposiciones blandas y frecuentes, la palidez, la debilidad generalizada o la disminución del tejido adiposo.

Los síntomas son muy variables y, en parte, dependen de la edad, según señala la Doctora Ribes Koknicks, Jefa del Servicio de Gastroentereología Pediátrica del Hospital de la Fe de Valencia. “En niños pequeños –indica– es más frecuente la diarrea crónica con pérdida de peso, falta de apetito o vómitos; en niños más mayores, sin embargo podemos encontrar estreñimiento, dolor abdominal o anemia por falta de hierro.”

Esta experta explica que en adultos con enfermedad celiaca es más difícil llegar a un diagnóstico porque, aunque pueda presentar diarrea y pérdida de peso, es más frecuente que presente molestias aparentemente banales como pesadez con las comidas, dolor que parece un colon irritable, cansancio. En algunos jóvenes es frecuente la anemia y pueden aparecer dolores articulares.

Desde la Federación de Asociaciones de Celíacos de España califican la enfermedad celíaca como camaleónica porque puede manifestarse de muy diversas formas clínicas. En los niños, además de la diarrea con distensión abdominal, los vómitos y el estancamiento de peso y/o talla, son motivos importantes para consultar al médico.

En los adultos, las manifestaciones clínicas pueden ser escasas y en muchos casos, de tipo extra digestivo, causados por carencias de vitaminas y sales minerales. Se puede sufrir raquitismo, esterilidad, artritis, cefalea, abortos de repetición, anemia, alteraciones del esmalte dental o edemas, entre otros síntomas.

Síntomas de celiaquía por edades

Hay que destacar que la enfermedad celiaca puede presentarse de forma más o menos silente, es decir, sin síntomas, pero con lesión de las vellosidades intestinales, sobre todo en personas adultas. Se calcula que el número de pacientes sin diagnosticar puede llegar al 75 por ciento. Los síntomas pueden variar en función de la edad del paciente, a continuación detallamos los más habituales según el momento vital en el que se produce la intolerancia.

Síntomas de celiaquía⇒ Infancia: Vómitos, diarreas, náuseas, anorexia, astenia, irritabilidad, pelo frágil, distensión abdominal, hipotrofia muscular, fallo de crecimiento, introversión, dependencia, leucopenia, coagulopatías, trombocitosis, defectos en el esmalte dental, retraso pondoestatural, dislexia, autismo e hiperactividad.

⇒ Adolescencia: Anemia ferropénica, dolor abdominal, diarrea malabsortiva, estreñimiento, meteorismo, hepatitis, estomaquitis aftosa, quelitis angular, dermatitis atópica, cefaleas, epilepsia, estatura corta, retraso puberal, menarquía tardía, artritis crónica juvenil.

⇒ Adulto: Diarrea malabsortiva, apatía, irritabilidad, depresión, astenia, inapetencia, pérdida de peso, dermatitis herpetiforme, anemia ferropénica, osteoporosis, fracturas, artiritis, artralgias, colon irritable, estreñimiento, abortos, infertilidad, menopausia precoz, recién nacidos con bajo peso, epilexia, ataxia, neuropatías periféricas, cáncer digestivo e hipertransaminemia.

Marta Conde

Categoría: Alergias