Exploración del recién nacido a las 24 horas de vida
Escrito por Manower
Ultima actualizacion: September 30, 2024
Qué valoran los pediatras en el bebé un día después del parto
Cuidado del bebé desde su concepción
- Desarrollo del feto
- Periodo perinatal y neonatal
- Exploración a las 24 horas
- Niño prematuro
Se efectúa de modo sistemático, y es deseable en el caso de los recién nacidos normales, que sea efectuada en presencia de la madre para poder responder a las dudas que le puedan surgir. Debe efectuarse con el niño tranquilo, entre dos tomas. Se valora su aspecto general, movimientos espontáneos, aspecto de la piel, cráneo, cara y ojos, cuello, tórax, abdomen, genitales y extremidades.
Cómo es la revisión del bebé de un día de vida
Tranquilo y dormido, con movimientos respiratorios perceptibles y coloración sonrosada, movimientos enérgicos ante estímulos. Pueden observarse tremulaciones, movimientos que semejan temblor en barbilla y extremidades, acompañando la actividad motora.
– La piel es fina y delicada, está cubierta de un vello fino, que se llama lanugo. Puede quedar algún resto de vermix, grasa que recubre la piel del feto y que se va reabsorbiendo durante las primeras horas de vida. También pueden apreciarse zonas de color violáceo en extremidades, si el niño está en un ambiente frío. Estos cambios de coloración son consecuencia de la inmadurez vasomotora propia de esta edad.
– En algunos recién nacidos se aprecia un fenómeno que se llama en arlequín, que consiste en cambios de color combinando zonas bien delimitadas de distinta tonalidad; es un fenómeno que desaparece espontáneamente, sin que sin que tenga significado patológico. Otra posibilidad es presentar hemangiomas planos en cuello, párpados, zona posterior del cráneo: son pequeñas zonas de coloración rosácea o granate, cuya coloración se intensifica con el llanto. Pueden estar presentes durante varios meses y desaparecen con el llanto.
– La mancha mongólica es una zona de piel azul o gris, que se suele encontrar en la zona del sacro, pero también en glúteos, muslos, espalda y hombros. No tiene significado patológico ni está relacionada con ninguna cromosomopatía. Suele desaparecer espontáneamente a lo largo del primer año.
– En el cráneo se aprecian las fontanelas y suturas. Si el parto ha sido por vía vaginal, las suturas están acabalgadas, es decir, superpuestas, lo que ha sido necesario para permitir el paso de la cabeza por el canal vaginal en su trayecto durante el parto.
El perímetro craneal debe ser medido en todo recién nacido, así como en los controles periódicos de salud a lo largo de la infancia. La medición se efectúa con una cinta métrica que rodea el cráneo desde la parte media frontal pasando por la zona más prominente occipital; la medición, en centímetros nos informa sobre la situación de normocefalia, microcefalia (cráneo anómalamente pequeño) o macrocefalia (cráneo anómalamente grande).
– La cara debe ser examinada valorando su simetría, así como la simetría de los movimientos; la inspección de los ojos se efectúa tras estimular su apertura, haciendo succionar al niño, colocando con suavidad su propia mano en la boca; durante las primeros días de vida, puede haber pequeñas hemorragias en conjuntivas que no tienen significado patológico y desaparecen espontáneamente. En los ojos se valora, además, aspecto del iris y reflejo pupilar, que son rojos normalmente; un reflejo blanco es signo de patología e indicación de consulta en oftalmología.
– Se comprueba la normalidad y simetría de los pabellones auriculares. La permeabilidad de las fosas nasales ya habrá sido valorada en la sala de partos, pasando una sonda fina por ambos orificios nasales para descartar malformaciones que impidan el correcto paso del aire en la respiración. En la boca hay que examinar el paladar para descartar fisuras palatinas; pueden tener un frenillo corto, pero no hay que intervenir salvo que limite tanto los movimientos de la lengua que impida la succión.
– En el tórax se aprecian los movimientos respiratorios. En esta época de la vida la respiración es principalmente diafragmática, por lo que el abdomen se abomba en cada movimiento respiratorio. La frecuencia respiratoria del neonato es de unas 40 respiraciones por minuto, y la cardiaca entre 90 pulsaciones por minuto (p/m) durante el sueño, pero puede llegar hasta 160-180 p/m cuando el niño está activo. Pueden auscultarse soplos transitorios que no tiene un significado patológico.
– Pueden presentar una hipertrofia mamaria e incluso secreción de leche, que no hay que exprimir. Lo habitual es que vaya desapareciendo progresivamente; el dolor y el aspecto inflamatorio, deben hacer pensar en una mastitis.
– La exploración del abdomen comprende el aspecto de la cicatriz umbilical y la palpación para descartar masas. Los genitales suelen estar aumentados de tamaño como respuesta a la influencia hormona materna durante la gestación; los testículos se palpan en el escroto o en el canal inguinal. Se comprueba la permeabilidad del ano, que ya habrá sido efectuada previamente en la primera exploración tras el parto.
– El neonatólogo debe valorar la conformación normal de las extremidades y la evaluación de las caderas para descartar luxaciones; la exploración se lleva a cabo mediante maniobras específicas y si se comprueba una cadera inestable, con peligro de luxación se mantiene en postura de flexión y abducción con ayuda de ortesis, durante dos meses. En la a exploración de las extremidades comprueba que no existan deformidades ni asimetrías, así como que la implantación y número de dedos sea el adecuado.
– La valoración del estado neurológico se efectúa mediante la observación de los movimientos espontáneos, la facilidad para despertarlo con estímulos suaves, la capacidad de succión vigorosa, sin excesiva somnolencia cuando es alimentado.
La llamada respuesta de Moro es una sinergia de gran valor en la determinación del estado neurológico del niño. Se explora en todo recién nacido, se realiza traccionando al bebé por los brazos y soltándolo; la sinergia completa consiste en la extensión de los brazos, desviación de los mismos hacia la línea media y llanto final del niño. Esta sinergia permanece a lo largo del periodo neonatal y se va diluyendo durante la época de lactante.
Categoría: Crecimiento y Desarrollo