Cómo actuar frente al dolor abdominal agudo en niños

Escrito por
Revisado medicamente por Paloma Jaqueti Moreno, MD
Ultima actualizacion: October 1, 2024

Pruebas diagnósticas y tratamiento del pequeño con síntomas graves

Un niño que acude al servicio de urgencias con un dolor abdominal agudo tendrá que ser examinado por los especialistas. Se le harán pruebas diagnósticas complementarias si es necesario. Analítica de sangre u orina, ecografía abdominal o placa de tórax son algunas de las pruebas diagnósticas que puede pedir el médico, que además realizará al niño una completa exploración física.

Dolor abdominal agudo: ¿cuándo son necesarias pruebas diagnósticas complementarias?

El pediatra hará una historia clínica completa y una exploración física de niño para orientar el origen del dolor abdominal agudo, determinando así la indicación de alguna prueba que apoye o descarte el diagnóstico que se sospecha. Salvo que exista retención urinaria, es conveniente que el paciente orine antes de ser explorado, para una mejor palpación abdominal.

En los niños pequeños es muy difícil explorar el abdomen, por lo que es ideal que los padres intenten tranquilizarle previamente. Además no saben describir ni localizar el dolor, por eso es más difícil llegar a un diagnóstico. En estos casos la cara aporta mucha información, al palpar en zona dolorosa cambia la expresión y muestra gestos de dolor.

En caso de dolor abdominal por apendicitis existe irritación del peritoneo lo que provoca el signo del rebote (Blumberg), es decir, duele más al soltar que al presionar. En niños mayores se les pone de pie y se les hace saltar para valorar si aumenta el dolor con el movimiento, lo que haría sospechar de una apendicitis.

También es importante la auscultación del abdomen; cuando hay ausencia de ruido debe orientar hacia patología quirúrgica mientras que el aumento de los ruidos es más indicativo de gastroenteritis aguda o de obstrucción intestinal. A veces puede ser necesario hacer un tacto rectal para explorar si existen abscesos locales o impactación de heces que puedan estar provocando el dolor abdominal.

En la exploración genitourinaria se puede observan alteraciones escrotales o hernias incarceradas, testículos inflamados o torsionados. En niñas adolescentes podría verse secreción vaginal purulenta si existe una enfermedad pélvica inflamatoria o un himen imperforado que desencadena dolor por acúmulo de la menstruación (hematocolpos).

Finalmente la exploración general nos puede orientar hacia causas extradigestivas que producen dolor abdominal en niños, como faringoamigdalitis aguda o neumonía del lóbulo inferior.

¿Qué tipo de pruebas complementarias se realizan en el dolor abdominal agudo?

• Para empezar se solicita una analítica de sangre y/o de orina, según la sospecha. Si se piensa en apendicitis, se pedirá una analítica de sangre para valorar si existen datos sugerentes de infección –como aumento de los glóbulos blancos- y aumento de los marcadores inflamatorios. También se solicita estudio de coagulación por si finalmente se hace intervención quirúrgica.

• Cuando se sospecha la existencia de sangrado digestivo, la hemoglobina baja nos apoyaría esta sospecha. Aunque si la hemoglobina es normal no excluye el sangrado, pues éste puede haber sido muy reciente. Si se sospecha que pueda ser una hepatitis aguda, se deben solicitar transaminasas. Cuando pensemos en pancreatitis (inflamación del páncreas) se han de pedir enzimas pancreáticas (lipasa y amilasa).

• Si todo orienta a que el origen es el tracto urinario, se pedirá analítica de orina en busca de signos de infección o de litiasis (cálculos renales). En adolescentes con relaciones sexuales de riesgo, se pedirá un test de embarazo.

• La radiografía simple de abdomen carece de interés en el momento actual y sólo se realiza en contadas ocasiones. Si que puede ser útil hacer una placa de tórax cuando el médico sospeche que el dolor es por una neumonía u otra patología respiratoria que esté produciendo un dolor referido al abdomen.

• La técnica de elección en caso de necesitar una prueba de imagen es la ecografía abdominal, que es bastante sensible e inocua y permite visualizar si está el apéndice inflamado, si hay adenitis mesentérica (ganglios inflamados) o si se trata de una invaginación intestinal entre otras causas.


¿Cómo se trata el dolor abdominal agudo en niños?

Lo fundamental es llegar al diagnóstico de la causa que lo está produciendo y tratarla bien de forma médica o quirúrgica. Mientras se realiza este diagnóstico se puede dar analgesia intravenosa para calmar el dolor.

• El tratamiento de la apendicitis aguda se denomina apendicectomía que consiste en extirpar el apéndice que está inflamado y aspirar el exudado purulento que puede haber en la cavidad abdominal, con tratamiento antibiótico intravenoso antes y varios días después de la cirugía.

• Si nos encontramos ante una invaginación intestinal el tratamiento es proceder a la desinvaginación del intestino para evitar la necrosis por falta de riego sanguíneo. Se suele hacer instilando suero salino o aire por el recto, visualizando el procedimiento con ecografía. Si este procedimiento no funciona o está contraindicado, se debe realizar en quirófano.

• Otros causas que precisan tratamiento quirúrgico son: la hernia inguinal incarcerada, la diverticulitis (diverticulectomía), la torsión del testículo o del ovario (son cirugías urgentes, a realizar preferiblemente antes de 6 horas, máximo 12, para evitar la muerte celular y preservar las gónadas), o la rotura traumática del bazo (por riesgo de sangrado interno), entre otras..

• A veces los dolores son muy inespecíficos y el pediatra le recomendará observación en el domicilio o en el propio hospital, según la sospecha. En casa no se deberán utilizar antibióticos ni analgésicos potentes y deberá acudir a urgencias en caso de empeoramiento del dolor o aparición de algún signo de alarma.

Dra. Esther Vaquero
Unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil. Servicio de Pediatría, Hospital Clínico San Carlos (Madrid)