Cuáles son las técnicas del masaje infantil
Escrito por Laura Valdesoiro, MD, PhD
Revisado medicamente por Paloma Jaqueti Moreno, MD
Ultima actualizacion: October 1, 2024
El masaje se sirve los cinco sentidos para ser efectivo
Durante el embarazo, la gestante ya ha comenzado el vínculo con su hijo: de forma instintiva las madres se tocan el vientre, lo acarician, hablan con él… Son momentos íntimos en los que comienza su relación y que continuará potenciado cuando nazca el niño.
Es aconsejable comentar con el pediatra, como profesional médico que trata la salud del bebé, la intención de comenzar el masaje infantil de forma rutinaria en el caso de bebés con dolencias o enfermedades. A sus técnicas concretas nos referimos a continuación.
Cómo empezar con el masaje del bebé
Elena Pastor, licenciada en Psicología y educadora de Masaje Infantil explica cómo este programa de masaje se puede empezar desde el nacimiento, “cuanto antes se comience mejor”, aunque se suele esperar dos o tres semanas y hasta que el niño tiene 12 meses.
“El inicio del masaje ha de ser gradual, comenzando por las piernas y los pies, la barriga, el pecho, para posteriormente incluir otras partes del cuerpo del bebé, aceptando siempre su respuesta, si el bebé desea prologar el tiempo de masaje, o por el contrario dejarlo para otro momento”.
Lo cual no quiere decir que se termine cuando el niño crece; se anima a los padres a que continúe obviamente “adaptándolo al desarrollo del niño, ya que no puede ser igual cuando tiene 3 o 4 meses que cuando tiene 9, o 1 año o 2: en estas etapas se convierte en algo mucho más lúdico”.
Elena Pastor, quien también es miembro de la Asociación Española de Masaje Infantil (AEMI) señala que el masaje en los pies se basa en principios de Reflexología Podal. Se comienza masajeando la planta, se juega con los dedos y sus piernas porque los bebés están muy familiarizados con el contacto de esta parte del cuerpo, por ejemplo en los cambios de pañal. Es a su vez la parte más alejada de los órganos vitales. Los movimientos del masaje proceden de las antes citadas cuatro fuentes principales: los movimientos hindúes y suecos, se complementan entre sí perfectamente, del mismo modo que los de Reflexología Podal y los pequeños principios de Yoga, con pequeños estiramientos que se hacen al bebé, generalmente, cuando ya finaliza la sesión del masaje y están destinados a aliviar todas esa cantidad de momentos en que se encuentra encogido y el estirarse le ayuda a tonificar sus músculos y relajarse.
Los cinco sentidos, clave del masaje infantil
El tacto, la vista, el olfato, el oído y el gusto: podemos decir que tanto los padres como los bebés utilizan los cinco sentido en el momento de dar y recibir un masaje, ya que el fin último es fortalecer el vínculo entre ambos. Miradas, olores, sonrisas, caricias y juegos se entremezclan en una sesión de masaje
El bebé en estos momentos oirá las voces, los sonidos y los irá reconociendo e interiorizando en su vida y en su rutina diaria. Es muy aconsejable hablar al niño mientras se le realiza el masaje. Nombrar las partes de su cuerpo que se van tocando. “Cuando hablamos con un bebé, generalmente utilizamos una voz más aguda de la habitual y eso gusta los pequeños: es una compleja danza de intercambio comunicativo”, nos dice la educadora.
El tacto es un poderoso medio para el desarrollo fisiológico, psicológico y emocional del bebé. Podríamos decir que es un elemento enriquecedor que beneficia tanto al bebé, como a los padres estimulando y fortaleciendo los vínculos afectivos y la escucha mutua. El bebé, además de la comida, necesita amor y cariño, que le proporcionen seguridad y acogimiento para poder crecer de forma saludable.
El momento ideal del masaje del bebé
La hora del masaje depende de las posibilidades de los padres: algunos por la mañana, muchos otros, antes de la hora del baño. Hay que ir buscándole momento más adecuado. Es muy importante pedir permiso al bebé y es imprescindible aceptar su respuesta: sus gestos, movimientos, llanto.
Cada familia adapta el masaje a sus rutinas y costumbres por lo que no existe una duración ni un tiempo que se pueda determinar de antemano.
“Es aconsejable realizarlo diariamente. Muchos de los beneficios pueden apreciarse con masajes diarios regulares y la secuencia de masaje completa incluye todo el cuerpo: las piernas, los pies, la barriga, el pecho, los brazos, la espalda y la cara. Hay bebés que la aceptan completa, otros sólo ratos más cortos. Se suele ir aumentando el tiempo siempre y cuando el niño lo acepte de buen grado y esté a gusto”, comenta Elena Pastor.
También podemos realizar más de un masaje al día, si tenemos tiempo, estamos relajados y el bebe está dispuesto. “Él puede querer solamente un masaje en las piernas, o sólo en la barriga durante el cambio de pañal, o en todo el cuerpo después del baño, por ejemplo
Gema Moreno
Categoría: Crecimiento y Desarrollo