Diagnóstico y tratamiento del sangrado digestivo en niños

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Ultima actualizacion: October 1, 2024

Pruebas para detectar sangre en el aparato digestivo

¿Qué datos son importantes tener en cuenta para orientar la causa del sangrado en niños?

  • La edad, ya que las causas no son las mismas en recién nacidos que en niños mayores o adolescentes.
  • Los antecedentes de haber tomado fármacos, como ibuprofeno, que producen daño en la mucosa del estómago (gastritis o ulceras).
  • La ingesta de colorantes alimentarios; dulces o golosinas, remolacha, regaliz, morcilla, etc. que pueden parecer sangre (fresca o digerida) en vómitos o heces.
  • Las características del sangrado: duración y cantidad (determinaría la repercusión hemodinámica), color (sangre roja fresca, negruzca si está digerida por ácido o bacterias intestinales).
  • Síntomas acompañantes: epigastralgia, es decir, “dolor en la boca del estómago” (sugerente de gastritis o ulcera), vómitos de repetición (causantes de desgarros del esófago, conocido como síndrome de Mallory-Weiss), dolor rectal o anal (fisura anal o hemorroides).
  • Antecedentes personales y familiares
    – Periodo neonatal: por ejemplo, si le han dado o no profilaxis con vitamina K para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido.
    – Cronología de introducción de alimentos: proteínas de leche de vaca que pueden dar colitis alérgica.
    – Enfermedades que predispongan al sangrado, como algún tipo de problema de coagulación o déficits de plaquetas.

¿Qué exploraciones complementarias son necesarias?

Dependerán de la sospecha diagnóstica que establezca el pediatra según los datos recogidos en la historia clínica (referidos en el apartado anterior) y en la exploración física (inspección general, área otorrinolaringológica, lesiones en la piel, palpación abdominal, inspección anal, etc.)

Con todos estos datos se puede determinar, en primer lugar, si nos encontramos ante una verdadera o falsa hemorragia digestiva (sangrado nasal, sangre deglutida del pezón, alimentos y colorantes alimentarios, etc.)

• El aspirado del contenido del estómago mediante sonda nasogástrica (introducida por la nariz para llegar al estómago) es útil para confirmar el origen del sangrado y determinar la cuantía/gravedad del mismo.

• Si el médico considera adecuado, por la estimación del sangrado, solicitará una analítica de sangre para valorar si existe anemia, plaquetas bajas o alteración de la coagulación. Incluso en pacientes con sangrado muy activo se pedirá grupo sanguíneo por si es necesario realizarles una transfusión.

• También puede ser necesario realizar una endoscopia digestiva alta (esofagogastroduodenoscopia) o baja (rectosigmoidoscopia). Esta técnica consiste en introducir por la boca o el ano un tubo largo y flexible con una cámara en el extremo, de forma que nos permite visualizar el tracto digestivo y localizar el origen del sangrado. A parte también nos sirve para tomar biopsias -muestras de tejido para observarlo con el microscopio- e incluso proceder en el mismo acto al tratamiento. Por ejemplo, extirpar un pólipo o cauterizar un punto sangrante.

En caso de no localizar el sangrado con endoscopia alta o baja, existen otras pruebas como la cápsula endoscópica (cápsula con una cámara que va captando imágenes a medida que avanza por el tubo digestivo) o técnicas de medicina nuclear con isótopos.

• Otras pruebas que pueden ser solicitadas son el estudio de sangre oculta en heces, para casos de sangrado dudoso, o un estudio microbiológico de heces (bacterias, virus, etc.). La pruebas de imagen como una radiografía de abdomen o la ecografía se indican en contadas ocasiones (sospecha de obstrucción/perforación, de ingesta de cuerpos extraños o de invaginación intestinal)


Cuál es el tratamiento del sangrado digestivo infantil

Lo prioritario es que el médico valore la estabilidad hemodinámica del paciente; un niño que ha perdido mucha sangre y está clínicamente afectado requerirá medidas urgentes para reponer líquido y/o sangre.

Si no existe inestabilidad, lo siguiente es determinar que se trata de un verdadero sangrado digestivo; hay que recordar que hay alimentos y fármacos que pueden confundirnos, así como sangrados el área otorrinolaringológica. En ocasiones será necesario dejar una sonda nasogástrica para monitorizar la actividad del sangrado y evitar la dilatación del estómago.

En pocas ocasiones puede ser preciso un tratamiento quirúrgico inmediato y en otros casos se procederá a ingreso para observación y continuar buscando la causa.

El tratamiento del sangrado se realizará según sea la causa del mismo; si es una gastritis o úlcera se pondrá tratamiento farmacológico, si es un lactante con alergia a las proteínas de la leche se pondrá una fórmula especial (o se retirará la leche de la dieta de la madre que da el pecho), si es un pólipo se procederá a su extirpación mediante endoscopia, etc.


Consejos básicos en caso de sangrado digestivo en niños

  • La expulsión de sangre por la boca o el ano (hemorragia digestiva) es poco frecuente en niños sanos, pero cuando sucede es algo bastante alarmante para sus cuidadores.
  • Lo principal es valorar el estado general del niño, ya que si se encuentra mal (decaído, pálido, somnoliento…) deberá llevarle al servicio de urgencias para evaluación médica inmediata.
  • A veces esta sangre procede de otras localizaciones -por ejemplo, del área otorrinolaringológica o genital- e incluso puede ser que no se trate de sangre verdadera; se deberá tener en cuenta si el niño ha comido o bebido algo que haya podido colorear las heces o el vómito.

Existen múltiples causas de sangrado digestivo pero frecuentemente se debe a procesos banales: un ejemplo, fisura anal por estreñimiento. Las pruebas diagnósticas para determinar el origen se solicitarán según la sospecha que establezca el médico una vez valorado el caso y el tratamiento también se hará en función de la causa.

Dra. Esther Vaquero. Unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil.
Servicio de Pediatría del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)